7 de noviembre
Título inspirador: EL PODER QUE SOSTIENE A LA FAMILIA EN MEDIO DE LA ADICCIÓN

Texto bíblico base
“Jehová dará poder a su pueblo; Jehová bendecirá a su pueblo con paz.” — Salmo 29:11

Reflexión Teo terapéutica

Cuando la adicción llega a un hogar, pareciera que todo poder se escurre entre las manos. El familiar del adicto siente que pierde control, estabilidad, confianza e incluso paz. La crisis puede hacer que uno se aferre a lo externo: la opinión de otros, el buen nombre, la apariencia de una familia “ordenada” o la esperanza de que la fuerza humana baste para resolverlo. Pero la enseñanza de hoy nos recuerda que el poder verdadero no nace de lo que sucede afuera, sino de lo que se afirma en lo profundo del corazón.

La adicción provoca caos, pero Dios fortalece en lo íntimo: allí donde se toman decisiones, se sostienen límites, se ora, se llora y se vuelve a empezar. El mensaje del día enseña que el poder real está en el juicio interno, en la capacidad de reconocer lo que sí puedes controlar y entregar a Dios lo que no te pertenece. No puedes controlar la voluntad del adicto, pero sí tu serenidad, tu fe, tus reacciones, tu esperanza y tu proceso de sanidad interior.

Esta verdad libera. Cuando el familiar deja de sostener la carga que no le corresponde, encuentra un poder que no es suyo, sino de Dios: una fuerza silenciosa que sostiene, una claridad que orienta, un amor que no destruye, una recuperación familiar que avanza día a día. La fe se convierte entonces en un refugio estable, una roca donde descansar cuando el agotamiento supera la razón.

La restauración no comienza afuera; comienza adentro. Dios te recuerda hoy que aquello que temes, aquello que te duele, aquello que no entiendes… Él sí puede manejarlo. Y mientras obra, te invita a fortalecer tu mundo interior para que la tormenta no te derrumbe.

Aplicación práctica

Hoy reconoce qué cosas has intentado controlar sin poder hacerlo. Escríbelas y entrégalas a Dios. Luego escribe aquello que sí puedes controlar: tus límites, tu oración, tu paz, tu actitud, tu proceso personal. Enfócate solo en eso.

Oración

Señor, dame la sabiduría para distinguir entre lo que puedo y no puedo controlar. Fortalece mi corazón en medio del dolor que trae la adicción y enséñame a sostenerme en tu paz. Que tu poder me guíe y tu amor restaure mi hogar. Amén.

Cita final:
“El poder real nace cuando dejo de luchar por controlar lo que no me pertenece.”


DEVOCIONAL PARA EL ADICTO EN RECUPERACIÓN

7 de noviembre
Título motivador: LA FUERZA QUE NADIE PUEDE QUITARTE

Texto bíblico base
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” — Filipenses 4:13

Reflexión Teo terapéutica

En la recuperación, es fácil pensar que el poder está afuera: en lo que otros opinan de ti, en cuántos días llevas limpio, en las oportunidades que tienes o en las que perdiste. Pero la enseñanza del día revela una verdad profunda para quienes luchan contra la adicción: el único poder real es el que nace de tu interior, ese que Dios coloca en tu juicio, tu discernimiento, tus decisiones y tu voluntad de levantarte cada día.

La adicción roba la sensación de control, pero no puede tocar el espacio donde Dios coloca tu fuerza espiritual. Ese lugar interior es donde se decide la vida nueva, donde se reconoce la verdad, donde se elige avanzar incluso con miedo. Allí Dios siembra dominio propio, esperanza, sanidad interior y un deseo creciente de libertad.

Muchos consumían para sentir poder, seguridad o alivio. Sin embargo, el verdadero poder llega cuando recuperas tu capacidad de decidir, cuando dejas de depender de una sustancia y comienzas a depender del Dios que restaura. Él te recuerda hoy que la fuerza no está en tu pasado ni en tu reputación, sino en la manera en que miras tu vida y determinas caminar hacia una recuperación estable.

Tu libertad no depende del mundo externo. Depende de la verdad que abrazas: que Dios no te ha dejado, que aún cree en ti, y que cada decisión hacia la sobriedad tiene valor eterno. Esa fuerza interior es la que te levanta después de una recaída, la que te sostiene cuando la ansiedad aparece, la que te impulsa a decir “no” cuando el deseo quiere imponerse.

Mensaje de Dios para ti

Hijo mío, hija mía, no midas tu valor por lo que otros piensen o por lo que perdiste. Yo puse dentro de ti una fuerza que nadie puede arrebatar. No estás solo en esta lucha: Yo camino contigo incluso cuando no te sientes digno. Mi poder se perfecciona en tu debilidad. Levántate hoy con la convicción de que puedes vencer, porque Yo te sostengo. Te di un espíritu de valentía, no de derrota. Te fortaleceré en cada paso mientras decidas avanzar.

Aplicación terapéutica para el día

Cuando sientas tentación o ansiedad, repite lentamente: “Mi verdadero poder está en la decisión que tomo hoy.” Respira profundo y recuerda que puedes elegir la vida, la libertad y la recuperación.

Oración final

Señor, gracias por la fuerza que siembras dentro de mí. Te entrego mi voluntad, mis temores y mi necesidad de controlarlo todo. Lléname de dominio propio, esperanza y claridad. Hazme fuerte en mi caminar hacia la libertad. Amén.

Palabras clave: adicciones, recuperación, fe, libertad, esperanza, sanidad interior, poder de Dios, transformación, superación personal.

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