Título inspirador: Cuando aceptas lo frágil, el corazón aprende a confiar
Lectura base inspirada en el archivo de enseñanzas para la familia (basefamilia.pdf)
Hay una verdad que muchas veces la familia del adicto tarda en comprender: nada en esta vida es completamente seguro. Las relaciones, los procesos, la salud emocional y la recuperación misma tienen momentos de avance y momentos de quiebre. Pero esta realidad no llega para destruirte, llega para madurarte espiritualmente.
La enseñanza de hoy —que todo lo que tienes es frágil, como un vaso que ya está roto— no es un mensaje de derrota, sino de libertad. Cuando reconoces que no puedes controlar la conducta del adicto, que no puedes evitar cada recaída, que no puedes cambiar su voluntad, encuentras descanso en Dios. Él no te pide que cargues lo que solo Él puede transformar.
Aceptar la fragilidad te acerca a la verdad: amar no es aferrarse, es acompañar sin perderte a ti mismo. Dios no te llama a sostener lo que se cae, sino a caminar en fe, recordando que incluso lo roto puede ser restaurado en sus manos. Él trabaja en lo profundo, aun cuando tú ves caos. Él sostiene al que lucha, aun cuando tú ves debilidad. Él también te sostiene a ti, que llevas años resistiendo el desgaste emocional y la angustia familiar.
Cuando reconoces que no tienes control, tu corazón se abre a confiar. Y ahí, justo ahí, Dios empieza a sanar lo que el miedo había endurecido.
Aplicación espiritual
Hoy entrégale a Dios el miedo que tienes a que las cosas se rompan más. Dile con honestidad: “Señor, no puedo sostenerlo todo”. Él recibe tu carga.
Oración
Señor, enséñame a aceptar la fragilidad sin temor. Quita de mi corazón la ansiedad de querer controlarlo todo. Dame paz para acompañar a mi ser querido sin perder mi equilibrio emocional. Sostén a mi familia y trae tu restauración. Amén.
Cita final
“Dios no exige que sostengas lo frágil; solo te pide que confíes en Él.”
DEVOCIONAL PARA EL ADICTO EN RECUPERACIÓN – 22 DE NOVIEMBRE
Título motivador: Lo que se rompe también puede renacer
Lectura base inspirada en el archivo para adictos en recuperación (baseadicto.pdf)
Aceptar que algo se ha roto no significa rendirse; significa despertar. En tu camino de rehabilitación has descubierto que hay áreas que se quebraron por las decisiones pasadas, por la adicción, por el dolor que no supiste manejar. Pero Dios no te mira como un objeto dañado; Él te mira como alguien que puede renacer.
La enseñanza del día —“el vaso ya está roto”— te recuerda que no necesitas ocultar tus fallas. Dios te invita a dejar de luchar contra lo inevitable y a permitirle trabajar en lo que sí puede transformarse: tu corazón, tu carácter, tu identidad. Lo que está roto deja de ser una condena cuando lo entregas en las manos correctas.
Cada día de recuperación es un acto de humildad y de fe. Humildad para reconocer tu fragilidad. Fe para creer que Dios te está levantando. El pasado ya no puede cambiarse, pero tu futuro sí puede construirse, un día a la vez. No estás solo. No eres tu error. No eres tu recaída. Eres alguien en proceso, y un proceso acompañado por Dios jamás termina en ruina.
La fuerza no viene de aparentar que nada se quebró, sino de aceptar tu verdad y permitir que el amor de Dios te reconstruya.
Aplicación espiritual
Reconoce hoy una área rota de tu vida y entrégasela a Dios sin excusas. Dile: “Aquí está, Señor. Conviértelo en algo nuevo.” Suelta el control y permite que Él haga su obra.
Oración
Señor, recibo tu gracia y me acerco a ti con honestidad. No escondo lo que está roto; te lo entrego para que lo sanes. Dame perseverancia, verdad en mi interior y valentía para seguir firme en mi recuperación. Gracias porque no me abandonas. Amén.
Cita final
“Lo que está roto en tus manos se transforma en esperanza en las manos de Dios.”
Publicación diaria de www.FundacionesDiana.com
Acompañamos a familias y adictos en procesos de restauración con fe, amor y ciencia.
Diana Ramírez – Especialista en procesos de estabilización Nutracéutica con Nanotecnología Americana
+57 313 759 60 78

Comentarios