Mezclar drogas y alcohol es una combinación peligrosa
Una botella de vino. Una caja de cerveza. Varios tragos de whisky o vodka. Cuando una persona tiene problemas con el trastorno por consumo de alcohol (TCA), parece que no hay límites en cuanto a la cantidad que puede consumir en una sola sesión. Y cuando se mezclan drogas con el abuso de alcohol, puede ser una combinación peligrosa y, a veces, mortal. La lucha es muy real. Y si una persona se da cuenta de su propia adicción al alcohol, no se recomienda que deje de beber por sí sola. Cuando se lucha contra un trastorno por consumo de alcohol, es posible que las personas deban desintoxicarse adecuadamente bajo la supervisión de un médico autorizado para que el proceso de abstinencia se realice de forma segura. Dejar de fumar de golpe puede ser letal. Hoy veremos la historia de Bryan-David Scott.
Adicción al alcohol, cocaína y estatus de celebridad
El chef de celebridades Bryan-David Scott es todo un éxito. Prepara platos deliciosos y exquisitos para celebridades, para los Oscar y para los premios Grammy.
“Me encontraba entre bastidores… en distintos conciertos. Me invitaron a formar parte del Rock & Roll Chef ® y de muchos círculos por los distintos rockeros y artistas pop que conozco”.
Cuando le preguntaron sobre su carrera, Chef dijo: “No hay duda. Ser el centro de atención es una vida gloriosa. No se puede huir de ello ni esconderse. Es increíble. Pero lo que la gente no entiende son las presiones que eso conlleva”.
Como ocurre con todas las buenas oportunidades y experiencias, implican mucho trabajo y esfuerzo.
“No se trata solo de la presión por actuar. A veces se trata de viajar toda la noche para llegar a algún lugar y estar listo para el rock. Un día de 12 horas es un día de medio tiempo. Cuando estás de gira, cuando llegas a la cámara, muchas veces son 25 o 26 horas al día cuando terminamos”, continuó.
El público no ve todo el trabajo que se requiere para materializar la magia
El chef señala que el público en general no ve todo el trabajo y los “ingredientes” que se requieren para materializar la magia que aparece en la televisión. Todos los viajes en automóvil, en avión, estar lejos de su esposa y sus hijos. Hay mucho trabajo y sacrificio de tiempo que se invierte en lo que hace.
Mezcle las presiones, el compromiso abrumador de trabajar y el amor del chef por el sabor del vino, el whisky y la cerveza, y para algunas personas existe una receta para la adicción al alcohol.
El chef también cuenta que consumía cocaína cuando no estaba sobrio porque, como él mismo dice, “…nada te dará más energía cuando la necesitas que una dosis de cocaína”. Continúa diciendo: “Y eso me ayudaba a pasar la noche. Pero luego… quería bajar. Y entonces, bebía cada vez más… tu vida es un constante altibajo”.
En otras palabras, siempre estaba persiguiendo un sentimiento hasta que…
“… Una noche llamé a mi esposa. Nunca lo olvidaré. Estaba en un hotel en el sur de California. Y le admití que me había vuelto adicto”.
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