El propósito proporciona dirección y significado
Para los seres humanos, esto puede significar la diferencia entre una calidad de vida saludable y una que no lo es. Y las emociones que pueden surgir de esto último pueden llevar a algunas personas al punto de querer adormecer esos sentimientos con el uso de drogas o alcohol. Y si se llega al punto de un abuso incontrolable de uno o ambos, puede ser necesaria ayuda. La adicción al alcohol implica patrones compulsivos y potencialmente dañinos de abuso de sustancias, pero puede controlarse con tratamiento. Hoy veremos la historia de Steven Kuhn.
En esta entrevista sincera y poderosa, Steven Kuhn habla sobre cómo era la vida antes y después del servicio militar, su vida impulsada por un propósito como soldado en el ejército, cómo tuvo que descubrir su nuevo propósito en una existencia postmilitar, su lucha con el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y la ideación suicida.
Propósito, trastorno de estrés postraumático y adicción al alcohol
El veterano de guerra Steven Kuhn acababa de salir del ejército y trabajaba como portero. Un día, mientras estaba en su nuevo trabajo, un chico de 14 años decidió hacer de Steven Kuhn el blanco de su comentario despectivo. “Miren a este perdedor. Consíganse un trabajo de verdad”, dijo el chico en un intento de sentirse mejor con sus propias deficiencias en la vida.
Frustrado y sintiéndose mal consigo mismo, lo único en lo que Steven Kuhn podía pensar era en quién era: “He luchado en una guerra. Tengo cicatrices de batalla”.
Pero fue entonces cuando Steven Kuhn se dio cuenta de que le faltaba un propósito. “Creo que la mayor frustración era que nadie me entendía… No quería hablar con otros veteranos… Sabía que eso me deprimiría… Me dejaría en mi zona de recuerdos y me mantendría en ese espacio. Y sabía que tenía que salir, pero no sabía cómo”.
Si alguien se acercaba a Steven Kuhn se generaba una pelea
Lleno de ira y enfrentando trastorno de estrés postraumático, si alguien más se acercaba a Steven Kuhn con comentarios despectivos (sin incluir al adolescente despistado), eso generaba una pelea y luego se desmayaba.
Continúa diciendo: “Ni siquiera recuerdo lo que pasa. Y a través de eso, te odias a ti mismo porque no puedes controlarte… Te odias a ti mismo, alguien más te odia… es un ciclo sin fin y es lo mismo con el alcohol o las drogas… No estaba consumiendo drogas, pero estaba bebiendo alcohol”.
Pelearse. Beber. Irse a la cama. Despierta. Repite. Esa era la vida que llevaba Steven Kuhn hasta que ocurrió un acontecimiento importante… y una serie de otros que le siguieron… cambiaron su vida.
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